QUIENES SOMOS
LA IGLESIA
Un cuerpo, muchos miembros….
Una “cabeza”: ¡Jesucristo!
Como sucedió con las iglesias en Corinto, Tesalónica, Éfeso, Filadelfia, y otras, cada ciudad debe tener una única expresión práctica del Cuerpo de Cristo, compuesta por TODOS aquellos que creen, invocan el nombre
del Señor Jesús, y practican sus mandamientos.
Necesitamos de esta visión para que nos ayude a entender lo que es “ser la iglesia”. Este es el PLAN de Dios
LO QUE CREEMOS
1. La Santa Biblia es la revelación divina completa, verbalmente inspirada por el Espíritu Santo.
2. Dios es único y Triuno: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, que coexisten en igualdad de eternidad a eternidad.
3. El Hijo de Dios, siendo el mismo Dios, se encarnó para ser un hombre, de nombre Jesús, nacido de una virgen llamada María, para ser nuestro Redentor y Salvador
4. Jesús, es un hombre genuino que vivió en esta tierra por treinta y tres años y medio para hacer conocer a los hombres a Dios Padre.
5. Jesús, el Cristo, ungido por Dios con Su Espíritu Santo, murió en la cruz por nuestros pecados y derramó Su sangre para el cumplimiento de nuestra redención.
6. Jesucristo, luego de ser sepultado por tres días, resucitó de los muertos, y en resurrección, llegó a ser el Espíritu que da vida, para transmitirse a Sí mismo dentro de nosotros como nuestra vida y nuestro todo.
7. Después de Su resurrección, Cristo ascendió a los cielos, y Dios lo hizo Señor sobre todas las cosas.
8. Después de Su ascensión, Cristo derramó el Espíritu de Dios para bautizar a sus miembros escogidos dentro Su único Cuerpo; y que el Espíritu de Cristo está moviéndose en la tierra para convencer a los pecadores, regenerar al pueblo escogido por Dios, para habitar entre los miembros de Cristo para su crecimiento de Vida, para edificar el Cuerpo de Cristo que es la iglesia, con la meta de su plena expansión.
9. Al final de esta era Cristo volverá para arrebatar a los cristianos vencedores, juzgar al mundo, tomar posesión de la tierra y establecer Su reino eterno;
10. Los cristianos vencedores reinarán con Cristo en el milenio y todos los cristianos participarán de las bendiciones divinas en la Nueva Jerusalén, en el nuevo cielo y tierra nueva, por la eternidad.